RESEÑA DE JUSTICE LEAGUE OF AMERICA #1

JUSTICE LEAGUE OF AMERICA #1 (Agosto 2015)

Guión: Bryan Hitch

Dibujo: Bryan Hitch con tinta de Wade vod Grawbadger y Andrew Currie

Reseña de Antonio Monfort

RESUMEN

Clark Kent recibe una invitación para acudir a la llamada Corporación Infinito, un gran proyecto empresarial de Nueva York. Lo paradójico del asunto es que dicha invitación lleva oculta una pista que deja claro que va dirigida realmente a Superman, por lo que un desconfiado hombre de acero se presenta en la gran manzana dispuesto a obtener respuestas.

Sin embargo, sus preguntas no harán sino multiplicarse. La Corporación Infinito posee las llamadas piedras de la eternidad, que parecen estar en contacto con distintas líneas temporales. Desde estas líneas, la corporación recibe cuerpos sin vida de Superman anunciando un gran desastre que en nuestra tierra aun está por producirse y que de algún modo, el hombre de acero deberá impedir si no quiere que todo acabe.

Por otro lado, el resto de la Liga de la Justicia excepto Aquaman, que tiene sus propios problemas, recibe invitaciones similares que les convocan a una planta energética en Metropolis, allí son atacados por el Parásito, quien había sido liberado y depositado allí como una trampa para ellos. La batalla es desigual y los héroes llevan las de perder. El hombre de acero acude en su ayuda, pero ni siquiera él puede evitar que Flash y Green Lantern sean absorbidos por una singularidad o que Wonder Woman desaparezca. Una estratagema de Batman, aprovechando el poder de Ciborg y Superman neutralizará al parásito, pero cuando vuelven a Nueva York al edificio de la corporación infinito resulta que el edificio parece no haber existido nunca. Por si todo esto fuera poco algo aparece sobre la Tierra. El hijo de Krypton no puede creer lo que está viendo y es que el Dios de su planeta, el mismísimo Rao acaba de aparecer en nuestro mundo.

CRÍTICA

El gran hallazgo de la política actual de DC comics en plan “nos pasamos la continuidad por las entretelas” es que se pueden sacar de la manga títulos canónicos, más papistas que el papa sin preocuparse de por dónde andan actualmente sus personajes ¿Que actualmente Batman es un conejo robot? ¿Superman un motero broncas sin poderes? ¡No problemo! Para eso se cargó papa Didio la continuidad. Para poder hacer fuera de ellos lo que debería hacer en los títulos principales.

El caso es que de esta manera, el amiguete Bryan Hitch ha tenido a toda la Liga de la Justicia para jugar a su antojo, incluyendo también un rutilante y nuevo número uno en la portada. Y mire usted por donde, resulta que este festival de Bryan Hitch ha funcionado sorprendentemente bien en el guión y un poquito menos bien de lo esperado en el dibujo.

El argumento de este número uno es denso, misterioso, y rezuma posibilidades por los cuatro costados, lo que viene a demostrar que Hitch se defiende estupendamente en las labores de guión pese a que algunos de sus personajes suenen algo fuera de lugar. Superman parece mucho más agresivo de lo que debería y Batman demasiado asustadizo para lo que es él. Pero el conjunto es más que aceptable especialmente si hablamos de un autor conocido por su arte más que por sus palabras. 

En cuanto a dicho arte, hay que decir que este no es el Hitch de “The Authority” o “The Ultimates” y es que por alguna razón parece que a este hombre los personajes DC no le funcionan tan bien como los de otras editoriales. Sus rostros dejan mucho que desear en numerosas ocasiones y las poses de sus figuras se pasan de forzadas y rozan lo imposible. El entintado parece que no le ayuda demasiado tampoco, pero pese a todos estos defectos no se puede negar que su dibujo mantiene un aspecto cinematográfico y espectacular muy poco corriente y que justifica que este autor tenga espacios como así (y se le dé el tiempo necesario) para lucirse.

En conjunto, y con sus más y sus menos, un cómic entretenido y espectacular con una historia que además promete lo suyo. Una estupenda aportación a la parrilla de DC Comics, necesitada terriblemente de apuestas como esta que combinen grandes autores con grandes personajes, dándoles además el espacio necesario para hacer su trabajo y es que si todos los experimentos de DC hubieran salido así, otro gallo nos cantaría a todos.

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