RESEÑA DE ACTION COMICS #38

ACTION COMICS #38 (Marzo 2015) 

Guión: Greg Pak

Dibujo: Aaron Kuder

Reseña de Antonio Monfort

RESUMEN

Después de que el portal a la zona fantasma se abriera y de él surgieran todo tipo de monstruosidades, Clark despierta en un campo de maíz donde no puede encontrar rastro de sus amigos. Sin embargo, su mente está azotada por terribles pesadillas donde puede ver como Lana o sus padres arden. Peor aún es cuando descubre que los monstruos consiguen semejante verosimilitud en sus alucinaciones utilizando los recuerdos de la propia Lana que está atrapada con de ellos.

Por su parte, Acero y Toymaster intentan ayudar a los civiles mientras intentan averiguar el paradero de su amiga. Tanto ellos como Superman, pronto descubrirán parte de la verdad acerca de lo que está ocurriendo. Algunos habitantes de Smallville consiguieron fuertes poderes psíquicos tras el coma inducido por Brainiac, y cuando Doomsday abrió la brecha en la zona fantasma, utilizaron esas habilidades para contener los horrores que de allí surgían. Sin embargo, cada vez hay más horrores y contenerlos les resulta más complicado. La situación irá a peor cuando descubran que estas criaturas se alimentan del miedo y que son capaces de imbuir a sus huéspedes un profundo bienestar a cambio de dicho miedo, lo que va a hacer extremadamente complicado conseguir liberarlos.

CRÍTICA

Verdadera pesadilla “made in Lovecraft” la que ha montado Greg Pak en esta serie de Action Comics. Si lo que se busca es una historia trepidante de ciencia ficción y superhéroes igual este no es vuestro cómic. Si os apetece una historia un poquito más en la línea de lo que escribía aquel solitario de Providence e incluso con algún toquecillo de las viejas revistas “Creepy” de terror, estáis en el lugar adecuado.

A partir de aquí, que cada uno valore si eso le vale o no, y si eso es lo que le apetece encontrar en un cómic de… ¿Superman?. La trama está bien estructurada y es sólida, utilizando bien al propio Clark, a Lana y al entorno rural de Smallville, que aquí se convierte en un trasunto de aquellos espeluznantes pueblos rurales americanos que poblaban películas como “Los chicos del maíz” o “El pueblo de los malditos”.

El dibujo de Aaron Kuder sigue mejorando, pero aun no consigue superar sus problemas con los rostros y los primerísimos primeros planos. Otra cosa es su capacidad para dibujar horrores y monstruos, que es impecable e incluso las escenas de acción parece que va mejorándolas.

En definitiva, una historia atípica, quizá demasiado, pero no mala que lleva a Superman a un terreno muy distinto al que nos tiene acostumbrados y en el que no parece encajar particularmente bien. Veremos si el final de la trama nos convence de que el viaje ha valido la pena.

Puedes comentar esta entrada y seguir todas las noticias de Superman actualizadas al momento en nuestra página de Facebook.